Para la cena de una noche tan especial como el Shabat proponemos un vino también especial, el Peraj Ha’Abib (Flor de Primavera) 2004. Este renombrado vino es el primero casher –puro, según las leyes dietéticas judías- que se ha elaborado en España. Producido desde 1995 por la Cooperativa Vitivinícola de Capçanes bajo la supervisión de un rabino de la comunidad judía de Barcelona, desde la llegada de la uva de la vendimia toda la manipulación, la elaboración y el embotellado del vino son llevadas a cabo únicamente por judíos observantes.

Recorrimos la bodega con la responsable de marketing, Sandra Aulló, quien nos ha contado que el vino se exporta muy bien al mercado americano, donde goza de la preferencia de los consumidores neoyorkinos, y que se ha posicionado en Polonia, Alemania y en nuestro mercado local. También nos ha dicho con orgullo que en las últimas catas expertas ha sido valorado como mejor vino casher del mundo producido fuera de Israel y tercer mejor vino casher del mundo. El Peraj Ha’Abib se comercializa en botellas de 0.75 litro, 1.5 litros y 3 litros y que la que mejor se vende es la de 1,5 litros porque favorece su envejecimiento en botella.

Sandra ha señalado que es el primer vino casher con D.O (Denominación de Origen)Montsant, la cual está muy prestigiada en la actualidad y lo eleva a la categoría de gran vino español. Nos ha comentado también, que el Peraj Ha’Abib es un vino que se sirve en buenos restaurantes y que los consumidores lo solicitan por su excelente calidad y por“el misterio y la curiosidad que genera un producto de mucha calidad cuya producción es tan especial y diferente».

Hemos tenido la oportunidad de conocer a los tres enólogos de la Bodega y verlos en pleno proceso de creación de un vino. Conversamos con uno de ellos, Ángel Teixidó, responsable del vino casher y padre de la criatura, quien supervisa las muestras del vino obtenidas automáticamente cada día y las mezclas o copaje de las uvas que dan como resultado el vino. Desde su amplia formación y experiencia en la producción vitivinícola (proviene de una familia de licoreros y viñateros y creó su primer vino a los nueve años), Ángel nos ha explicado cómo se hace el vino casher. Cuando le preguntamos su opinión sobre el vino nos dijo: “Es excelente, desde todo punto de vista, porque las uvas seleccionadas han de ser perfectas y maduras en su punto justo, porque el proceso de vinificación está muy controlado y sin ninguna clase de añadidos y porque el vino elaborado tiene poquísimo trasiego. Estos factores se conjugan para que resulte un vino con mucha vida y una calidad de primera”.

Nos ha contado también que en estos momentos la bodega está produciendo dos vinos casher: el Peraj Ha’ Abib (de venta en el mercado) y el Peraj Petita (de próxima distribución en España). El primero es de crianza, es decir, ha pasado más tiempo en barrica, por lo que ha adquirido más cuerpo, sabor y bouquet; y el segundo, es un tinto joven, con menor estancia en barrica, que resulta más ligero y con un punto ácido en el sabor, por lo que resulta muy versátil.

Hicimos las catas y ambos resultaron dignos de dos capítulos en la historia de los vinos casher. En esta edición analizaremos el Peraj Ha’Abib, a la venta en el mercado español.

Señas de identidad del Peraj Ha’ Abib, vino casher catalán
Ficha técnica:
Vino tinto de crianza (D.O.Montsant)
Bodega: Celler de Capçanes
Variedades de uva: Cabernet Sauvignon (40%), Garnacha (30%), Cariñeña (15%), Tempranillo (15%).
Maceración: 28-30 días
Crianza: un año en barricas nuevas de roble francés (signos de calidad total).

Ficha de Cata (al 27/06/2007)
Vino: Peraj Ha’Abib Cosecha 2004
Desde el punto de vista visual, es rojo granate brillante, característico de los vinos de la zona.
En un primer acercamiento a la copa, es un vino cuyo bouquet es de intensidad media. Como aromas primarios reconocimos frutos rojos maduros (entre los que destaca la grosella) y el tabaco macerado. Luego, nos vinieron a la memoria, los olores del cedro, el yogur casero y algunas notas dulces del caramelo.
Lo probamos. Resulta un vino con cuerpo y de buena entrada. En boca, es sabroso, carnoso, de tacto ligero (no graso) y con buena tanicidad. El gusto que nos ha quedado ha sido agradable y no muy persistente, por lo que nos ha animado a repetir la degustación. En cuanto a la previsión de su evolución en la botella, pensamos que será excelente en cinco años.
Comentario: personalmente creo que el Peraj Ha’Abib es un vino muy expresivo, con matices diferentes, de estructura compleja pero sutil a la vez. Muy bueno para beber ahora y también, bueno para envejecer porque el paso del tiempo le otorgará más refinamiento y elegancia.