La Red de Juderías se une al Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

El día 27 de enero, con motivo del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, diferentes ciudades de la Red de Juderías de España organizaron actos de homenaje, entre los que destaca la lectura pública de siguiente discurso:

“¿Ves el humo? – ahí está mamá, me decía el alemán de las SS”

“Me acuerdo de todo, de todo, de todo… Cómo se pasó… Nos llevaron al gueto. Era un gueto judío de pobres. Estaba cerca de las vías del tren. Pusieron unos cables eléctricos para que no pudiéramos salir. Era 1943, cuando el tren iba a Auschwitz y volvía. En Grecia había 65.000 judíos. Ya en cinco viajes no hubo más”

“Yo siempre fui pobre. Pero durante la II Guerra Mundial teníamos una ración al día. Yo puedo decirle a usted que yo siempre tuve hambre. Le decía a mi mamá, porque yo no tenía papá: ‘Mamá, tengo hambre’. Y la pobrecita decía: ‘No hay más’. Y ella me daba su parte. Le hacía sufrir cuando le decía ‘mamá, tengo hambre’. La pobre me daba el suyo. Ahí no piensas que estás haciendo mal. Es después, cuando ya me hice mayor”

Se apagan las pocas voces de quienes aún hoy pueden contarnos cómo sobrevivieron a la barbarie del Holocausto.

Cuando se cumple el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz se apagó hace unos pocos días, a los 95 años, la voz de Annette Cabelli, sefardí de origen griego superviviente de la barbarie nazi. Por eso, hoy recordamos con su testimonio sobrecogedor a todos los que no sobrevivieron. A los más de 11 millones de personas asesinadas, entre judíos, gitanos y otros grupos étnicos, sociales e ideológicos. Más de un millón de niños.

De los judíos residentes en Europa más de dos tercios fueron asesinados entre 1939 y 1945. Seis millones de judíos.

Entre los métodos utilizados estuvieron la asfixia por gas, los disparos, el ahorcamiento, el hambre, los experimentos científicos, la tortura y los golpes.

Como sociedad nos preguntamos cómo pudo pasar. “Sería un peligroso error pensar que el Holocausto fue un simple producto de la locura de un grupo de criminales nazis. Más bien todo lo contrario. El Holocausto fue la culminación de milenios de odio, culpabilización y discriminación hacia los judíos, lo que ahora llamamos antisemitismo” expresó Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas.

Actos y manifestaciones xenófobas no muy diferentes de los que se producen aún hoy en nuestras ciudades. No debemos olvidar. No debemos mirar hacia otro lado. Debemos denunciar enérgicamente la intolerancia y la discriminación. Y decidir cada uno de nosotros si educar y vivir en la tolerancia y el respeto.

Porque entre tanto horror y la barbarie, hubo quienes arriesgaron su vida y la de sus familias para salvar otras. Homenajeamos y recordamos también hoy a los Justos entre las Naciones, aquellos no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a judíos durante el Holocausto. Su humanidad, conducta y valor merecen nuestra admiración y respeto.

El paso del tiempo jamás podrá borrar el horror de lo ocurrido, pero cuando los testimonios de quienes lo vivieron ya no puedan escucharse de su propia voz, tendremos el deber de recordar unos hechos históricos que jamás deben volverse a repetir, con ningún ser humano, con ningún colectivo.

Por la paz, la convivencia y respeto, que otros no tuvieron.
Descansen en paz.