Tras décadas haciendo de su Tafona un lugar imprescindible que visitar en Ribadavia, Herminia Rodríguez, la famosa Herminia, se jubila para disfrutar de un merecido retiro tras más de tres décadas horneando y recuperando recetas tradicionales de la repostería sefardí.
El destino la llevó allá por 1990 a hornear dulces judíos en su ya famosa Tahona cuando el Centro de Estudios Medievales de Ribadavia la invitó a poner un puesto de repostería en el exterior para ambientar un concierto de música sefardí que se celebraba en la localidad. «Unos músicos judíos de Canadá venían a dar un concierto de música sefardí, y querían que hubiera un poco de ambiente», recordaba Herminia en este reportaje de Mikel López Iturriaga para El Comidista de El País. «Puse los cakes con la estrella de David, los melindres y los mamules, que se llaman así porque parecen colmillos de mamut. No sabía los nombres, yo les llamaba ‘dulce judío’.
Desde entonces, la Tahona de Herminia se convirtió en una dulce y obligada visita de todo el que pasaba por Ribadavia y que sucumbía a sus aromas y su deliciosa compañía. Imposible resistirse a sus melindres y mamules de frutos secos y agua de azahar entre otras delicias de los muchos recetarios judíos que le han ido enviando de todas las partes del mundo, y que cada día ha elaborado en su horno de leña que se encendía a las 4 de la mañana.
En los últimos días, han sido numerosos los testimonios y homenajes al gran trabajo de Herminia Rodríguez. Personalidades públicas y anónimas han compartido sus mejores deseos para una grandísima persona. Entre ellas, grandes conocedores y divulgadores de su trabajo y de la herencía sefardí española, como las periodistas Nani Arenas -autora del Diario de Viaje por las Juderías Gallegas– y Manena Munar, quién le dedicó un excelente reportaje en Tendencias Hoy.
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