En fuentes de sabiduría judía como el Shulján Aruj, se dice que se debe comer la cabeza de cordero o becerro o de otro animal o ave (como señala la Mishna Brurá). La cabeza de pescado ha sido una opción posterior. La cabeza de animal simboliza la victoria, el triunfo y así se bendice «Sea la voluntad de El Eterno, que este año seamos cabeza y no cola».

Por Débora Chomski